Derechos y deberes que nacen con la firma de un contrato laboral.

 

La relación laboral nace con la firma de un contrato de trabajo que lleva aparejada el nacimiento de una relación de carácter bilateral, sinalagmática y onerosa, entre las dos partes, empleador y empleado. Con la aparición de una serie de obligaciones reciprocas, por parte de empleador, el deber de abonar un salario, previamente pactado con el trabajador. Y un deber inherente del empleado de prestar los servicios que se han referenciado en el contrato firmado.

El Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, (en adelante ET) en su artículo 4 establece cuáles son los derechos que asisten a todo trabajador dentro de esta relación:

1.    A la ocupación efectiva.

2.    A la promoción y formación profesional en el trabajo.

3.  A no ser discriminado directa o indirectamente, por razones de discapacidad, sexo, origen racial, religión, ideario político, etc

4.    A que se le respete su intimidad y dignidad.

5.    A la percepción puntual de retribuciones.

6.    A llevar a cabo acciones derivadas de su contrato de trabajo.

7.    Así como cualquier otro derecho que sea específico de su relación laboral.

Por lo que respecta al empleador, el artículo 20 del ET, complementa cuáles son los deberes que le asisten al trabajador, dentro de la función que tiene aquél de dirección  y control de la actividad laboral:

1.    Obligación a realizar el trabajo convenido en el contrato.

2.    Deber de diligencia y colaboración en el trabajo, de acuerdo con la normativa laboral, los usos y las costumbres.

3.    La obligación de aceptar, siempre que no se afecte a su dignidad, las medidas de vigilancia y control que el empleador adopte.

4.    Deber de acudir a reconocimiento médico a requerimiento del empleador, como consecuencia de la existencia de faltas de asistencia del trabajador sin justificación.